Niños, niñas, adolescentes y lazos sociales en Argentina. Reflexiones sobre Covid19.

Niños, niñas,  adolescentes y lazos sociales en Argentina. Reflexiones sobre Covid19.

La pandemia Covid 19 no es “democrática”.(1) Hoy las personas tienen  importantes diferencias en cuanto al  riesgo de enfermar. Las diferencias se vinculan tanto a condiciones micro  como macro sociales. Entre las primeras es posible mencionar el status socioeconómico, la ocupación, la edad, los comportamientos y las actitudes personales de cuidado entre otras. A nivel macro social las políticas públicas, sanitaria, habitacional, entre otras condiciones estructurales, operan como facilitadores ya sea para preservar la salud o dejar a las poblaciones  desprotegidas frente al avance de  la enfermedad.

En lo concerniente al desarrollo y alcance de la pandemia cuando se comenzaron a conocer los  primeros casos de la enfermedad en nuestro país, desde los medios masivos de comunicación, se sostenía que el Coronavirus era una enfermedad que afectaba  a los sectores de mayores ingresos debido a su mayor posibilidad de circular por el mundo y contraer el virus en los países europeos o asiáticos. Con el transcurso de las semanas se puso en evidencia que amenazaba a todos por igual sin distinción de clases sociales, razas o género. Sin embargo hoy esta afirmación, que por otra parte era una de las pocas certezas mediáticas en el contexto de total incertidumbre que rodeaba y aún rodea a la circulación del virus, ya no es válida. La pandemia aparte de no ser democrática deja en evidencia las fragilidades y miserias de todo tipo, que afectan al  país.

En Argentina esta situación se ha puesto en evidencia durante la última semana, como lo muestra la rápida expansión que está teniendo la enfermedad en las villas de emergencia o barrios populares como se los denomina actualmente.(2) El  gran drama  es el hacinamiento y  la falta de agua potable para enfrentar a una pandemia cuya prevención requiere algo tan básico como poder lavarse las manos con continuidad.

Estamos viviendo una crisis sanitaria, una crisis del trabajo asociada a la cuarentena obligatoria  y  una crisis de los lazos sociales producto del aislamiento que además como toda crisis no está exenta de situaciones de anomia.

Los  efectos de estas tampoco son democráticos. La crisis del trabajo se reparte en forma desigual entre quiénes están empleados en el sector público y en el sector privado. Por una parte los trabajadores del sector público tienen sus salarios y sus puestos de trabajo garantizados y pueden permanecer en sus casas. La  excepción de permanecer en casa se da entre los empleados del sector público que cumplen servicios esenciales como  salud, transportes, limpieza, etc. Por otro lado  la crisis del trabajo y sus efectos recaen con mayor fuerza entre  los trabajadores del sector privado quiénes no tienen garantizados ni su salario, ni su puesto de  trabajo y por último pero no menos importantes son los trabajadores del sector informal urbano. Estos postergados desde siempre han quedado en el desamparo total. Las inequidades persisten y se agravan día a día y las ayudas del estado no alcanzan. 

En este contexto los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, si bien en cuanto a riesgo de vida no serían los más afectados por el Covid19,  si lo serían en términos del deterioro progresivo de sus condiciones de vida como muestran recientes investigaciones que dan cuenta del crecimiento de la pobreza.(3)  Por otra parte impedidos de conectar con su principal espacio de socialización, la escuela,  están perdiendo los vínculos cotidianos con sus pares y se están debilitando los lazos sociales. ¿Cómo preservar los lazos sociales con los pares en el contexto del aislamiento?

Aislados con condiciones de vida seguramente muy desiguales los niños, niñas y adolescentes  van a transitar esta crisis con recursos dispares en un contexto de  significativo aumento de la pobreza para todos los grupos sociales.  Entre la población infantil, adolescente y joven urge elaborar estrategias para preservar y/o reinventar los lazos sociales para que el aislamiento físico no se transforme en aislamiento social. Es esta una gran tarea que se suma a la reconstrucción sanitaria y económica. Que el aislamiento social no se convierta en quiebre de los  lazos sociales!!!

Mariela Macri

 

1 – Cuando digo que no es democrática me refiero a que no se distribuye en forma igualitaria entre todos los ciudadanos.
2 – Al respecto cabe señalar que solo cambió la denominación de villa a barrio porque aunque se los denomine barrios para evitar los procesos de estigmatización social que deben sufrir los habitantes, siguen siendo lugares donde se localizan viviendas precarias con altos porcentajes de hacinamiento y necesidades básicas insatisfechas tales como,  falta de agua potable y cloacas por ejemplo. Estos asentamientos precarios persisten desde hace más de cincuenta años y representan el  fracaso de los gobiernos argentinos.
3 – OSDA-UCA (2020) Serie Estudios Impacto social de las medidas de aislamiento obligatorio por COVID 19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Informe Técnico 5 Las infancias en tiempos de pandemia